jueves, 19 de octubre de 2017

¿Perdices? Perdona, pero prefiero pizza.

Dragones.
Cuentos de hadas.
Para siempre.
Vivieron felices y comieron perdices.
Princesas.
Príncipes.
Erase una vez.

De todo eso en lo único que creería sería en los dragones.
Magnificas bestias.
Incluso diría que es más probable ver un dragón a que un para siempre de los que creemos se cumpla.

¿Cuántas veces has creído que un para siempre se cumpliría?
Hablo por mí, me los creí dos veces.
Los deseaba.
Quería que fueran así.
Después de la primera decepción creía que en la segunda sería mejor.
Pero no.

Nosotros no somos príncipes y princesas.
No vivimos en cuentos aunque nos cuenten muchos.
No tenemos castillos.
Ni mucho menos nuestra historia comenzó con un erase una vez.
Ni acabaremos comiendo perdices y siendo felices.
Ni mucho menos vendrá un apuesto príncipe a rescatarnos de una torre ni matará a un dragón.
Primero porque me quedaría con el dragón,
y segundo porque ninguna de esas cosas existe.

También hay que decir que más que princesa en todo caso sería una guerrera.
Esas sí existen.
Y para qué mentir, suena mejor.
Ya no necesitamos que un hombre nos rescate.
Me conformo con que quieran bien.

¿Perdices? Perdona, pero prefiero pizza.
No quiero un príncipe, pero sí que esté encantado de estar conmigo.

A veces me pregunto si aún hay chicas esperando a ser rescatadas por su perfecto príncipe azul...
la verdad... hace tiempo que yo maté a la princesa que llevaba dentro cuando era una niña,
para convertirme en el dragón que todos los malditos príncipes quieren matar.

Lo siento, siempre he sido más de animales que de personas.










Solo quiero que seamos, sin dejar de ser nosotros.

No quiero que me regales flores.
No quiero que tu vida se base en mí.
No quiero que dejes tu vida.
No quiero que te mueras por mí.

Solo quiero que seamos, sin dejar de ser nosotros.
No sé si me explico.

Quiero que vivas por ti y que yo sea solo un complemento para hacer más bonita tu vida.
Quiero que me sonrías por las mañanas.
Que ambos no podamos parar de reír incluso después de alguna discusión.
Quiero que nuestro mejor plan sea descubrir cada parte de nuestros cuerpos,
aunque ya nos los sepamos de memoria.
Quiero que nos hagamos la vida más fácil.
Adorar lo que te gusta, que ames lo que yo hago.
Que en los días de lluvia me despiertes con una sonrisa porque sabes que es mi clima favorito.
Que nos dolamos lo justo.
Que nunca acaben las guerras de besos y cosquillas hasta que uno de los dos se cae de la cama de tanto reír.
Que no se pierda la bonita costumbre que hemos cogido de tomar un buen vino en casa.

Que no se pierdan las ganas.
La alegría.
Las noches de series hasta la madrugada.
Los abrazos en la cama.
Los bocados que te doy en la espalda.
Que juegues a tus juegos mientras yo leo libros.
Que podamos hacer cosas por separado, que no perdamos las amistades.
Que seamos juntos todo lo que queramos, sin dejar de ser nosotros mismos.
Los besos por la mañana antes de ir a trabajar.
Que el perro nunca deje de ladrar al vernos jugando.
La sonrisa con la que te miro cuando llegas a casa y yo ya llevo un rato esperándote.

Hablo de querer y que te quieran.
Pero de querer bien.





martes, 17 de octubre de 2017

Siempre dolerá.

Aún tengo la necesidad de llorar tanto dolor.
Aún me arde el pecho por dentro.

Y qué decir de los recuerdos.

Joder.

Esos sí que duelen,
es una sensación rara,
como si tuviese el presentimiento de que eso siempre dolerá.

No me arrepiento de irme.
Es solo,
que a veces,
simplemente no compensa.
Pero muy pocas veces.
Solo en los días en los que es inebitable volver a llorarte.

¿Por qué apareces siempre para recordarme que te echo de menos?
Para recordarme que algunas cosas sí fueron buenas.
¿Por qué vuelves para decirme que eres feliz y que te va genial?

DUELE.

Duele mucho, joder.

Aunque yo decidí que ya no estuvieras más en mi vida.
Aunque yo te alejé porque ya no éramos los mismos.

Te quería.
Y por eso dueles.
A pesar de todo, no me arrepiento de irme.
Tenía firmes razones para hacerlo.

domingo, 15 de octubre de 2017

¿Y si te digo que aún me dueles?

Podría decírtelo.

Pero no lo voy hacer.
De qué serviría.

Para ser justos, diré que ya no te echo de menos.
Es la verdad, ya no.

Ya solo dueles,
y pronto ni eso.

Ahora me parece mentira eso de que tú y yo...
antes,
todo.

Y ya no.

Y para volver a ser justos,
diré que me alegro.
Porque tú ya no eras la persona de la que yo me enamoré.
Porque yo hace tiempo que dejé de ser la persona libre que siempre fui.

Y ya no merecía la pena, solo los recuerdos.

Y no os pasa, que a veces, ¿estáis cansados de sobrevivir?

Hablo de aguantar tanta mierda de personas a las que amamos o amábamos.

Ahora sé que lo mejor es sonreír.
Por que eso, señores, cura toda la mierda que nos hacen creer.

"Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte".

Y por suerte, hace muchos daños, me volví una mujer valiente.

Y aquí estoy, peleando por lo que nunca jamás volveré a dejar que me hagan.

"La venganza no se sirve en un plato frío. Se sirve en una mujer valiente".