martes, 3 de abril de 2018

Por eso me fui.

Para putadas la de sentir ruinas, escombros, muros deshechos, polvo y tristeza por dentro.
Lo tengo todo, joder.
Pero qué bonito.
Aunque parezca gilipollas, sentirse así es bueno.
Significa que alguna vez tuve algo tan bueno y bonito,
que hoy me hace sentir así.
Puede que parezca una tontería, pero después de amar, sino te quedan cicatrices, es que no has amado.
Hay que querer a lo bestia.
A quemarropa.
Sin frenos, con el corazón y sin miedo.
Si quieres así, da igual lo que venga después.
Porque sabes que habrá merecido la pena.
Nunca mejor dicho.
Y es la verdad.
Valímos la pena y la alegría.
Por eso ahora los escombros no me hacen daño.
Estuve a la altura, joder.
Y ya no siento pena porque tú no lo estuvieras.
Cada uno acepta el amor que cree merecer.
Y el tuyo me supo a poco.
Por eso me fui.
Por eso ahora sé que gané.
Porque a pesar del polvo y las ruinas, mi corazón sigue siendo grande
y tú lo único que pretendias era enjaularme.
Y cariño, lo siento.
Me quedo pequeña para esa ridícula jaula en la que pensabas encerrarme.
Soy mucho más que eso.
Soy mucho más que tu arrogancia, tus malos aires, desprecios y por qué no, tu amor.
Me lo diste todo.
Tanto lo bueno, como lo malo.
Pero en el momento en que lo malo superó a lo bueno
mis alas se desplegaron.
Jamás viviré en tu cárcel.
Por eso no me duele haberte querido.
No me duele la tristeza interna.
Ni las ruinas, ni los escombros, ni el polvo interno acumulado en el corazón.
Te quise, pero si me fui fue por algo.
Te quería, pero más me quiero libre, amor.
No puedes enjaular algo que es felizmente libre y salvaje.

Att: La persona que un día fue tuya, pero renunció a ti para ser libre.